30 OCTUBRE 2020
En la serenidad de la noche te escribo, después del dia transcurrido y que nuevamente me regalas, solo decirte al oído una cosa que me quieras aunque se me quieres, me gusta recordármelo para que no me duerma y me crea complacido solo porque tú lo quieres.
Quiero serte agradecido otro día porque así camino más contento, me siento enormemente ilusionado porque al verte me lleno de ti
Gracias por tanto que me das que no merezco y reparte tus dones entre la gente para que nada se deje al socaire de los hombres
Hoy he salido corriendo de la Iglesia, algo me empuja a venir y escribirte
para compartirlo con la gente que conozco, para que lean lo que tú me dices que yo escriba, no soy escritor ni lo pretendo solo quiero poner entre los folios algo que el hermano lea y así mi labor haré, igual que otros cantan o recitan, o pasean o acompañan
Todos somos hijos tuyos y nadie merece más elogios que el humilde servicio a ti
Paz y Gloria siempre
Amén
