Galilea tierra fina y hermosa llanura
Agua abundante, luz y deseo
Eres la tierra que nuestro Señor piso
Contigo todo empezó Galilea
Un día te vi al ver una foto
Y vi que Jesús caminaba
Me parecía pensar en aquello
Y después el silencio que vino
Me envolvió mar adentro
Que ya no pude dejarte
Galilea conversión y credo
Barco del lago brisa de ola
Poema rezagado
Canto del poeta
Saeta de la noche clara
Luz y sal de galilea
Belleza que contagia y viene
Contemplarte, adorarte y quererte
Subida a la Alhambra
Eran las doce cuando subía
Por la empinada cuesta
Entre arboles veía
Tu silueta.
Era un día de primavera
Hermosa lluvia caía
yo con mi paragua
A tu silueta iba.
Era la sombra derramada
Que me acompañaba
Cuando subía la cuesta
Hacía que a ti me llevaba.
Era el viento que mecía
Y acompañaba
la subida
Al cementerio de Granada.
Era la Alhambra quieta
Que a su verita quedaba
Y con la calle mojada
El sonido del viento sonaba
Era la fresca hierba
Que a tu verita queda
Y contempla la hermosura
Ahí, de lo que atrás queda.
Era la entrada al recinto
Con los cipreses al fondo
Y todo lleno de tumbas
Tan bonitas y engalanadas.
Y bajando la cuesta tan empinada
Sigo andando hasta granada
detrás dejo tu silueta
Que por el camino queda.
Me acompañó la subida
Y quedó arriba esperando
Que venga en otro momento
Para allí quedarme.
Ahora no es el momento
La vida me pide paso
Y deja que hacer todavía
Haceres que no debía.
Mas solo Dios sabe
Si mi próxima subida
Contigo me quedare
Para eternamente siempre.
Contemplando la belleza
Del ciprés y de la Alhambra
Y de tantas tumbas quieta
Ahora ya no me mueva.
Aquí quedan mis huesos
Que mi alma ya no queda
Mis huesos son de granada
Mi alma en el cielo fuera