
La luz de Dios luce en nuestro interior para que seamos sal de la tierra.
Si mi luz eres tú, ¿quién me lleva a mí?
Si la sal sois vos ¿qué seré sin ti?
¿Eres tú quien dijo, venid a mí?, sígueme, Alégrate?
¿Eres tú quien me perdona, sí me arrepiento de verdad?
¿Eres tú misericordia, cuando de ti me acuerdo?
¿Eres tú quien dijo, la paz sea con vosotros?
¿Eres tú el mensaje, la Palabra, la vida?
¿Eres tú quien mira, me da la mano me acompaña, y no me olvida?
¿Y seguirás conmigo, aunque me caiga?
¿Y estarás cuando me muera ,en el reino de los cielos?