
La luz de Dios luce en nuestro interior para que seamos sal de la tierra
Si mi luz eres tú, ¿quién me lleva a mí?
¿Si la sal sois vos, que seré sin ti?
¿Eres tú quien dijo?, venid a mí, sígueme, Alégrate?
¿Eres tú quien me perdona, sí me arrepiento,?
¿Eres tu misericordia, cuando de ti me acuerdo?
¿Eres tú quien dijo, la paz sea con vosotros?
¿Eres tú el mensaje, la Palabra, la vida?
¿Eres tú quien mira, me da la mano y me acompaña?
¿Y no me olvida, seguirás conmigo?
Aunque me caiga, estarás cuando me muera en el reino de los cielos.
¿Eres tú quien dijo Venid conmigo, Sígueme, El reino está cerca?
¿Eres tú quien curaste al leproso y sanaste al enfermo?
¿Eres tú quien enseñaba en la sinagoga y multiplicaba los panes y los peces?
Señor en ti confió porque tú me dijiste que estarías con nosotros hasta el fin de los tiempos.
Y te creo.